lunes, 2 de noviembre de 2020

David Byrne's American Utopia - Dir. Spike Lee

 

Director: Spike Lee

País: Estados Unidos

Año: 2020

 

Tiempos de pandemia sirvieron como recordatorio de aquel acto de comunión casi religiosa que son los conciertos musicales. La nueva entrada en la carrera de David Byrne se enraíza en el elemento esencial de ese fenómeno: el carácter humano. Despojado de todo tipo de exacerbación teatral Byrne compone una obra que es en igual partes honesta y austera. Los únicos elementos de utilería que se ven en el escenario son los instrumentos y sus intérpretes, una apuesta al minimalismo que enfatiza la conexión con el espectador. El mismo Byrne establece que la idea de la obra es justamente eliminar todo lo excedente y dejar solo lo esencial, esto es, a los individuos que realizan el show.


En lo que se diferencia American Utopia de la mítica Stop Making Sense es en su intento didáctico, aquel fervor sudoroso y grandilocuente de la película dirigida por Jonathan Demme queda un poco de lado ante una apuesta más templada, motivada por transmitir un mensaje y por elaborar de forma concisa un concepto. Para esto Byrne opera como orador entre determinados momentos de la setlist llevándonos a través de relevantes tópicos de la sociedad estadounidense como el racismo y la migración pero con un ancla notoria en las próximas elecciones presidenciales. No sorprende que el compañero para la creación visual de este show haya sido Spike Lee quien nunca se esconde ante la posibilidad de presentar sus ideas políticas. La pareja Lee - Byrne en mayor parte es un gran triunfo. Hay un gran cuidado en la fotografía, planos con múltiples sentidos y gran carga semántica que enriquecen a la experiencia musical y la elevan a un nivel superior. Por momentos el director puede pecar de ser poco sutil y eso a veces le juega en contra a la obra pero a fin de cuentas son más los logros que los fracasos en las elecciones directoriales. 

 

Hay un gran manejo del equilibrio musical, capítulos de movimiento encapsulados de energía como en “Burning Down the House” o “Born Under Punches” se yuxtaponen satisfactoriamente con los lapsos rítmicamente más lentos y sentimentales. Momentos como “I Should Watch TV” o “I Dance Like This” son ejemplos de la multiplicidad de recursos que Byrne utiliza para transmitir el mensaje de forma directa y clara. 

Es una obra fantástica y cohesivamente sólida, una obra de un artista que a través de las décadas nunca se canso de reinventarse y de interesarse en su público. Si Stop Making Sense fue una invitación al jolgorio desenfrenado, American Utopia es un regalo de Byrne para con su audiencia, un recordatorio de por qué lo escuchamos a él y por qué hay que hacer en aquel sinsentido que es la sociedad moderna un esfuerzo por unir en vez de separar. Y si es a través de la música, mejor.


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